Búscate otro sospechoso habitual: los juegos de rol no son un crimen


Ha vuelto a pasar, es algo cíclico e inevitable: el rol ha vuelto a ser relacionado con un crimen en horario de máxima audiencia. Esta vez ha sido en ese pozo negro de vergüenza y ridículo que es El Hormiguero, de boca de su colaboradora Tamara Falcó. Según ella, a una profesora suya “la asesinaron por un juego de rol”. No ha dicho ni cómo ni cuándo, el objetivo era soltar la bomba y ya está. Necesitaba su minuto de oro para justificar su salario. No importa que sea una estupidez y una falsedad, porque el titular es lo bastante jugoso como para que ya se hayan hecho eco la mayoría de los “periodistas” online. No importa las veces que se explique la realidad y se desestimen esas acusaciones, el bulo de “los peligros del rol” ya tiene nuevas alas.

Dejemos una cosa clara: aquí el problema no somos nosotros, sino ellos, la panda de ignorantes con pocas ganas de abrir un libro que se agarra a la frasecita de “macabro juego de rol” para etiquetar todo lo que no entiende. Es de chiste, además, que se mencione de refilón mientras hablan de la serie El juego del calamar, como si la gymkana koreana del infierno tuviese algún parecido. Pero en el fondo ese es el problema, que no se sabe de lo que se habla, ni se quiere saber. Es más fácil quedarse en lo superficial, dejar caer la frase que te garantiza los “oooh” y “aaah” boquiabiertos de tus espectadores y quedarte tan ancho. “Es verdad”, dirán voces enteradas al otro lado del televisor, “el hijo de la prima de mi vecina se metió en las drogas y robó un coche por los juegos de rol. O por los videojuegos. O por las vacunas y el 5G”.

Es triste que sea también la policía la que se apunte a esto, dando a los medios más munición cuando se topan con cualquier hecho delictivo que se sale de lo corriente. Nunca falla el portavoz de turno, ansioso por tener algo que decir delante de la prensa, que rellenará el vacío de sus papeles diciendo “sospechamos de un juego de rol”, ya sea cuando se han quemado veinte coches o ha habido una muerte difícil de explicar. Pues no, no todo es un juego de rol. Que unos descerebrados se reten a reventar lunas, prender fuego una fila de contenedores o a agredir a alguien, no es un juego de rol. Que un desequilibrado se invente un ritual y asesine a personas al azar por la calle, no es un juego de rol. Señores, que les entre en la cabeza, en nuestra vida cotidiana, NADA es un juego de rol. Y mucho menos lo que tiene que ver con violencia y asesinatos.

Repitan conmigo, no es un crimen, no es algo misterioso y oculto, no es una secta. Solo un juego de rol es un juego de rol. Parece una perogrullada, pero aun así no les queda claro. Si no lo saben, si desconocen la actividad de “jugar a rol”, quién la realiza, cómo y por qué, hagan el favor de aprenderlo. No es tarea de los aficionados venir a desmentir cada vez sus meteduras de pata. Porque, por poner un ejemplo que les resulte más cercano, no se atreverían a relacionar al azar un crimen con los seguidores de un equipo de fútbol, ¿verdad?

Supongo que no es lo habitual (o al menos no debería serlo) acusar a cualquier colectivo lúdico por puro capricho. Si un inspector de policía apareciese en televisión diciendo, “no sabemos quién ha podido cometer el asesinato, barajamos todas las hipótesis, desde jugadores de ajedrez al grupo de teatro local”, parecería ridículo e insultante. Porque lo es, y lo mismo con los juegos de rol. Puede que llegue un día en que no tengamos que escribir estas parrafadas mientras nos hierve la sangre, que sean los propios medios y agentes los que se adelanten. Ellos mismos se autocensurarán antes de decir nada, reconociendo la estupidez de sus palabras y ahorrándose tirar piedras donde no deben. Quizá un día un padre o madre pueda escuchar “juego de rol” y no llenarse de dudas sin motivo sobre lo que hacen sus hijos, porque ya no habrá titulares que hagan daño a una afición inocente. Cada uno leerá, investigará y hará su trabajo como debe, guardándose su dedo acusador y sus ganas de protagonismo donde le quepan.

Pero me da la impresión de que, de momento, podemos esperar sentados.



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Comentarios

  1. "Porque, por poner un ejemplo que les resulte más cercano, no se atreverían a relacionar al azar un crimen con los seguidores de un equipo de fútbol, ¿verdad?"
    Poco más que decir.
    Un abrazo...

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  2. Este es el titular de A3 al video:

    "Cristina Pardo, sobre la violencia mostrada en 'El juego del calamar': "La serie es compleja para que la vean niños menores de 16 años"

    Es un problema más de la prensa que de El Hormiguero e incluso Tamara Falcó, que simplemente soltó una ocurrencia ignorante (o quizás una vivencia personal, vete tu a saber) y es lo que se ha destacado en los titulares que se van copypasteando unos a otros, cambiando incluso las frases y los autores pese al entecomillado.

    De hecho cuando Tamara dice "A una profesora de mi colegio la asesinaron por un juego de rol", un tal Juan del Val la corrige "No por el juego, sino por una persona, un asesino que estaba participando en un juego de rol"

    Creo que estamos cayendo en las trampas de la prensa mercenaria, en general, agrandando torpezas y chascarrillos olvidables dichos por gente olvidable,.

    Para ver lo ocurrido, ahí está el corte, aproximadamente a mitad del video.

    https://www.antena3.com/programas/el-hormiguero/secciones/tertulia-actualidad/cristina-pardo-violencia-mostrada-juego-calamar-serie-compleja-que-vean-ninos-menores-16-anos_2021101461689a5e5cf06800019953ee.html

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  3. Y por cierto, hablemos de tertulianos:

    https://www.youtube.com/watch?v=ZloO5nv0-BQ

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  4. Gracias por los enlaces Desertor, que risa con José Mota... xD
    Estuve mirando el Twitter de Tamara Falcó para decirle cuatro cosas, pero no vi ninguna referencia en sus Twits al respecto.

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