Diario de Diseño: El trabajo del editor

En mi imaginación un editor es esa persona que espera en su despacho a que llegue un escritor con su enorme montón de folios mecanografiados bajo el brazo -el trabajo de toda una vida- y después de observarle con cierto desdén, lanza una bocanada de humo de puro, toma el paquete y le dice que vuelva otro día. Al poco tiempo, el autor recibe en su casa un grueso sobre con el original, un sello de "RECHAZADO" en la portada y correcciones a rotulador rojo en casi todas las páginas. Este Jonah Jameson de pesadilla, encargado de aplastar sueños, seguramente no existe... o eso espero. Que el editor no es un ente maligno lo descubrí hace años, leyendo las experiencias de Asimov cuando intentaba publicar en las revistas de ciencia ficción de su época, dirigidas entonces por nombres míticos del género, en especial John W. Campbell. Legendario por méritos propios, también se le considera uno de los principales impulsores de la Edad de Oro de la ciencia ficción por su papel como edit