El Hombre de Acero (2013)

Si hay un personaje que haya superado su dimensión de héroe de cómic hasta convertirse en un icono global, ese es Superman. El primer recuerdo que tengo de él es con el rostro de Christopher Reeve en una de las películas de los 80. Eran otros tiempos. Unas simples gafas y un cambio de peinado bastaban para adoptar una personalidad secreta, y el traje de mallas, tan ridiculizado hoy en día, parecía extrañamente adecuado. Algunas de las escenas de aquella saga me impactaron de niño: la Fortaleza de la Soledad surgiendo de entre los hielos, Lois Lane siendo enterrada viva en su coche, el General Zod y sus seguidores gritando en el extraño prisma de la Zona Fantasma... Y cómo no, las notas de John Williams grabadas para la posteridad. Antes de El Hombre de Acero , mi último contacto con el último kryptoniano fue de la mano de All Star Superman , una joya que mi amigo Álvaro me regaló y por la que le estoy inmensamente agradecido. Las últimas páginas del cómic de Morrison y Quitely