Nosotros tenemos la culpa


Hay acoso en el mundo rolero y no es novedad.

Es triste, es una vergüenza y es culpa nuestra.

¿Nosotros hemos colaborado? Por supuesto.

Porque sabíamos quién lo sufría y preferimos dejarlo pasar, pensando que no iba con nosotros.

Porque repetimos los manidos consejos: “ignóralos”, “bloquéalos”, “denúncialos”. Como si eso fuese a detenerles y no tuviesen mil alias bajo los que esconderse.

“Solo son unos pocos”. “La mayoría de la comunidad no es así”. Sabiendo perfectamente que un par de personas, incluso una sola, es suficiente para enturbiarlo todo.

Decidimos dejarlo pasar, porque mientras no nos afectase, podíamos fingir que no era asunto nuestro.

Podíamos haber actuado, pudimos identificar a los culpables, aislarlos y prohibirles la entrada a nuestros eventos y comunidades, pero no lo hicimos. Pudimos señalarlos y expulsarlos, mandando un mensaje claro a todos los que son como ellos. Pero no.

Porque ahora mismo estás pensando “pero eso sería ir demasiado lejos”, “no será para tanto”, “¿y si nos equivocamos?”.

Preferimos poner en duda a la víctima antes que tomar medidas. Miramos para otro lado porque era más rápido y cómodo.

Decidimos ser neutrales, y por tanto cómplices.

Las personas acosadas quizá abandonaron el mundo del rol, perdieron la confianza en su gente, se sintieron solas y a merced de cualquiera que decidiese hostigarlas bajo un nombre ficticio en una red social.

Aparcaron una afición que les divertía, dejaron de publicar, colaborar, organizar. Quizá estén tomando la decisión de hacerlo ahora mismo, porque el acoso es algo que nunca termina y las fuerzas se agotan y a la larga deja de merecer la pena.

Cada vez que elegimos la inacción, perdemos a más personas creativas y nos quedamos con las tóxicas y dañinas, que nunca aportarán nada más que odio y bilis.

¿Merece la pena?

No hay mucho más que decir.

Has llegado al final y aunque no se ha citado ningún nombre y ningún caso, sabes de quién he estado hablando, tanto perpetradores como víctimas. Conoces uno, dos o muchos ejemplos.

Esa es la prueba.

En efecto, la culpa era nuestra. Pero no tiene por qué seguir siéndolo.

Volverá a ocurrir. De eso no cabe duda. Pero esta vez, cuando llegue el momento:

Recuerda.

Actúa.





Photo by Michael Dziedzic on Unsplash

Comentarios

  1. A ver... y esto lo digo totalmente en serio... pero no tengo absolutamente ni idea de lo que estas hablando...

    No se si será porque no hago uso de redes sociales o porque para mi el rol es solo un juego, una afición... y nada más.

    Pero el caso es que debo de estar perdiéndome algo, porque repito que no tengo ni la más remota idea de lo que hablas.

    Y según leo no solo debería saber lo que dices, sino que además debería sentirme culpable... tampoco se muy bien por qué.

    Aunque tal vez esto va dirigido a gente que pertenece a algún tipo de club o comunidad a la cual yo no pertenezco y por eso no se de que va la historia. Será eso tal vez.

    Por cierto, quiero aclarar que no estoy hablando con sarcasmo, sino con literalidad... realmente no se a que te refieres.

    Y bueno, ya que comento, quiero darte la enhorabuena por tu magnifico blog. Lo he consultado durante años y siempre me llamó la atención. Aunque ya hacía tiempo que no lo miraba y me debo haber perdido algunas cosas por el camino. A ver si me pongo al día cuando tenga tiempo.

    Un saludo.

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    1. Hola Anónimo, no te preocupes, si no te suena este tema es una buena señal. El post es más bien una reflexión y una autocrítica para todos aquellos que sí que hemos visto a personas quejarse de acoso en el mundillo rolero y lo hemos dejado pasar pensando que no iba con nosotros o que se solucionaría solo. Si no te vienen a la mente nombres ni casos es que has tenido la suerte de ser ajeno a ello y por supuesto no tienes nada con que culparte o lamentar. Yo por mi parte sí que lo he vivido y siento no haberme posicionado más claramente en su momento.

      Me alegro de que te guste el blog, gracias por pasarte por aquí y por comentar.

      Un saludo.

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  2. Eres un paladín, y estoy seguro que hay una historia concreta detrás y no solo una reflexión.

    No creo que el rol sea distinto a la vida corriente y moliente. No siempre he sido todo lo valiente que me gustaría ser, y no siempre he levantado la voz todo lo que debiera, pero lo he hecho. También cuando lo he hecho, no siempre he recibido por parte de la presunta víctima la respuesta esperada. En algún caso, el supuesto abusado se posicionó del lado del abusador.

    Es muy complejo pero creo que una persona acosada lo que necesita sobre todo es buenos amigos que le ayuden a ver con perspectiva el asunto. El acoso no siempre es evidente y a veces es una vivencia íntima que se oculta.

    Las relaciones de poder son complejas y la victima (a veces meramente incidental pues también es el abusador en otras circunstancias) debe (necesita) hacer una reflexión sobre si misma, y lo que realmente quiere para sí y para qué tolera esa situación que desde nuestro punto de vista es de abuso.

    Yo también me he sentido abusado en algunas ocasiones, desplazado o ninguneado. Prefiero no compartir detalles, porque en el fondo considero que lo importante es buscar la manera de salir de ello. A veces la solución es dejar de intentar pertenecer a toda costa al grupo de abusadores (¿Por qué esa necesidad de ser aceptado por los abusadores? Es una buena pregunta)
    Como todo en la vida, hay más grupos de rol, hay más equipos de fútbol, hay más compañeros de colegio.

    Quizás lo más importante, y más difícil, es ser acogedor con la gente, dar espacio a las personas (refugiados emocionales) y que los acosadores se queden entre ellos mismos.

    Es un tema muy complejo.

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