Por qué funciona tan bien Dredd (2012)


Es difícil encontrar películas que sean tan puro entretenimiento como Dredd. A diferencia de otras adaptaciones de cómics, aquí el disfrute del espectador no se logra a través de grandes efectos especiales y batallas digitales con cientos de figurantes, sino por todo lo contrario: contención y reducción a lo mínimo necesario.

Dredd es un personaje complicado de llevar a la gran pantalla porque tanto él como el mundo en el que vive no son propensos a la pseudo-comedia que sirve de relleno a las películas de superhéroes. Si acaso se presta al humor negro, pero tanto el director como el guionista optaron por no ceder a la tentación y apostaron por un tono crudo y violento que resultó un acierto al final. Hablando del guionista, merece un momento de atención, porque se trata de Alex Garland, que es el responsable entre otras de 28 días después, Ex_Machina y Aniquilación. Estas dos últimas también las dirige y merecen mucho la pena.

Siguiendo con Dredd, me parece un modelo perfecto de aventura autocontenida, o lo que en televisión se denomina "episodio en una botella": la acción está centrada en un único espacio, generalmente interior para abaratar costes, solo que en este caso los diálogos se reemplazan por tiroteos y duros enfrentamientos entre los jueces y los pandilleros. A simple vista podría parecer aburrido seguir a dos personajes en su ruta hasta la cima del megabloque, pero cada nuevo tramo plantea un nuevo desafío, ya sea en forma de armamento pesado, traidores, secuestros... Pero nada de eso va a detener el juicio, obviamente.

Los fans del juez Dredd llevaban años esperando verle como debe ser, avanzando imparable y ejecutando delincuentes sin pestañear, así que ¿por qué no dárselo? Y por supuesto Karl Urban lo borda, sin plantearse siquiera quitarse el casco. En eso coincide con otro pistolero carismático, el Mandaloriano. Hay algo especial en seguir a un protagonista que se sobrepone a cualquier adversidad y oponente. Quizá con sus puntos oscuros e imperfecciones, pero implacable e infalible cuando hace falta.

La conclusión es que si conoces bien a tu público y le escuchas, es fácil obtener una lista de las cosas que esperan ver, o en el caso de los juegos de rol, de las aventuras que desean vivir. La labor de un buen guionista/Dungeon Master es saber cribar, desechar el ruido y extraer las cosas realmente importantes, que serán los ladrillos con los que crearemos nuestra historia. Tú no quieres noventa minutos de tiroteos, persecuciones y explosiones a lo Michael Bay, quieres acción con un fondo y un sentido. No te apetece ver a un Jason Statham de tercera, sino a un personaje carismático al que poder seguir y con el que poder identificarse. Es por eso que Mad Max: Fury Road falla con Max pero funciona con Furiosa, por ejemplo. Y no nos olvidemos de que en los juegos de rol esos protagonistas épicos (o con aspiración de serlo) son los jugadores, así que debemos darles oportunidades y espacio para lograrlo.

Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo (salvo por Aniquilación... pero es que odio el libro). aún así creo que para mi te has olvidado de Ma-Ma (Lena Headey) me encanta su papel, creo que hace el contrapeso necesario, psicópata pero no histriónica. Esta peli me gusta cada vez más con cada visionado.

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