Cada vez que se encuentra un instrumento antiguo lo suficiente mente bien conservado para ser tocado (o restaurado y tocado) pone los pelos de punta. Es como oír las voces del pasado. La verdad que me resulta imposible de entender que haya tanta gente a la que le importa un bledo la arqueología y conocer lo que ocurrió hace miles de años, es siempre fascinante y sorprendente.
Cada vez que se encuentra un instrumento antiguo lo suficiente mente bien conservado para ser tocado (o restaurado y tocado) pone los pelos de punta. Es como oír las voces del pasado. La verdad que me resulta imposible de entender que haya tanta gente a la que le importa un bledo la arqueología y conocer lo que ocurrió hace miles de años, es siempre fascinante y sorprendente.
ResponderEliminar