Temblores (1990), treinta años de gusanoides



La película Temblores cumplió su 30 aniversario este año, y a juzgar por la larga lista de secuelas, e incluso una serie de televisión en 2003 de la que no sabía nada, los gusanoides de Perfection siguen muy vivos y dispuestos a dar guerra.

Val y Earl se ganan la vida como pueden en un remoto pueblo de Nevada. Cansados de no llegar a nada, deciden marcharse y buscar fortuna en otra ciudad. Sin embargo, una serie de extrañas desapariciones frustrarán sus planes y les harán enfrentarse a criaturas subterráneas desconocidas hasta entonces por la humanidad...


Recuerdo con mucho cariño esta película, uno de esos clásicos de culto que nunca te cansabas de ver cuando lo ponían en televisión. Me gustan sus personajes, carismáticos, bien definidos y con química; su ritmo, que va dando pistas poco a poco acerca de la presencia de los gusanos gigantes; y por último sus efectos especiales. Los "graboides" como se les conoce en inglés, tienen un aspecto tangible y realista, mucho mejor que cualquier CGI que pueda crearse hoy en día.

Según sus guionistas la idea se les ocurrió mientras trabajaban para el ejército en el desierto, pensando ¿qué pasaría si nos subimos a una de estas rocas y algo nos impide bajar? Un concepto sencillo que derivaría en los enormes monstruos tuneladores que todos conocemos y que en un primer momento bautizaron como "tiburones de tierra". Se nota el esfuerzo del director por hacer que parezcan creíbles, algo que, para mi gusto, se perdió en las secuelas.

Aunque en su momento pasó casi desapercibida, gracias a los videoclubes y a las reposiciones Temblores ha llegado a ocupar un puesto de honor en todas las estanterías del género fantástico que se precien.

Desde el punto de vista de los juegos de rol, esta cinta también me parece un ejemplo fantástico sobre cómo plantear una aventura de terror. Comenzamos con un entorno cerrado, pero no agobiante, una exposición progresiva de la amenaza, permitiendo a los protagonistas investigar y hacer hipótesis, para finalmente revelar a la criatura y comenzar la carrera para huir de ella (o destruirla). Funcionaría muy bien como módulo de Horrorama, por ejemplo, teniendo en cuenta que el pueblo de Perfection tiene solo 14 habitantes y los jugadores pueden ir encarnando a uno tras otro mientras tratan de escapar... o son horriblemente devorados.

Como curiosidad, se rodó el piloto de una nueva serie con Kevin Bacon como protagonista, retomando la historia después de la primera película y aparentemente borrando del canon todas las demás. Una lástima que no llegase a concretarse, quizá algún ejecutivo de Netflix tenga una buena idea y la reviva algún día.


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