Proyecto Power (2020)


Una nueva droga está haciendo estragos en las calles de Nueva Orleans. Pero esta no es como las otras, se llama Power y una sola cápsula puede darte habilidades sobrehumanas... durante cinco minutos.

Proyecto Power es una película de Netflix sobre superhéroes... sí, otra más. Hace poco reseñaba Orígenes secretos, que también está ambientada en el mundo "real" y trata sobre cómo algunas personas consiguen sus poderes, pero ahí acaban las similitudes. La película protagonizada por Dominique Fishback, Jamie Foxx y Joseph Gordon-Levitt tiene el aspecto y el presupuesto de una superproducción, y se nota. Es una lástima que no cuente con un guion más pulido para aprovechar todas las ideas que pone sobre la mesa.

Sus mayores puntos fuertes son las espectaculares escenas de acción, las transformaciones de los "supers" y esa incertidumbre de qué pasará cuando alguien se tome la cápsula. ¿Se convertirá en Hulk o estallará en mil pedazos? La historia en sí misma es muy convencional y ya la hemos visto muchas otras veces, algunas tan antiguas como Ojos de fuego (1984), basada en una novela de Stephen King y con una Drew Barrymore niña de protagonista. Pero eso tampoco sería malo en sí mismo si el director hubiese sabido plantearlo de manera diferente.

Lo que menos me ha gustado es que la película parece no decidirse acerca de quién es su protagonista y nos lleva de uno a otro de manera algo confusa. Durante un rato seguimos a Robin y parece que ella va a ser el centro, pero luego salta al personaje del policía, después a Jamie Foxx... no es que sobre nadie, todos son necesarios, pero sus historias se entrecruzan de forma un poco artificial, con varios momentos en los que acaban en el mismo lugar, ¿por casualidad? O simplemente porque la trama así lo requiere y punto. Es una lástima porque tiene un arranque muy consistente y una buena presentación de personajes, pero se pierde por lo que yo llamaría "sobreexplicación".

Los mismos que piensan que en un tráiler debe mostrarse casi hasta el final de una película deben ser los que han decidido que necesitamos un croquis bien clarito de cada cosa que aparece en pantalla. A mi modo de ver, cuando al espectador se le ofrecen los conceptos justos, y solo esos, todo funciona mucho mejor. No hace ninguna falta entrar en detalles sobre cómo ni de dónde provienen los poderes, por ejemplo. Al darles un origen concreto y "real" también se les pone límites y dejamos de creer que "todo es posible" cuando alguien se toma la droga. Tampoco ayuda dar una vuelta de tuerca a la motivación de Foxx y volverla un punto clave, porque al principio pensábamos que su búsqueda no era nada excepcional y también resultaba.

A pesar de todo esto, en el cómputo global la película aprueba con creces, es entretenida y de lo mejor que Netflix ha hecho últimamente. Mejor que Orígenes secretos y mejor que La vieja guardia, para mi gusto. Más cercana, mejor rodada y con más potencial. De esta sí que apetece ver una segunda parte.

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