Mininos medievales



Me parece maravilloso pensar que, hace cientos de años, el gato de un monje saltó sobre su escritorio, tiró su tintero y procedió a pisotear su precioso manuscrito con total descaro.

Pero no es el único. Hay pisadas de felinos en libros de todas las épocas, incluso sobre tejas y ladrillos de la época romana, que se dejaban al sol para que se secasen. Y ya podemos imaginar qué es lo que ocurría.

Fuente: British Library Medieval Manuscripts Blog
Fuente: Gloucester City Museum
Fuente: Fort Vancouver Historical National Historic Site

Hay cosas que nunca cambian.


Imagen de portada: Emir O. Filipovic




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