Enola Holmes (2020)



Los derivados de la obra de Conan Doyle siempre tienen buena acogida, sobre todo en las versiones modernizadas y rejuvenecidas que se llevan últimamente. Enola Holmes es una nueva apuesta en esa dirección, con una diferencia: en esta ocasión no seguiremos a un Holmes en sus años mozos, sino a su hermana adolescente. La joven Enola deberá demostrar que no tiene nada que envidiar al detective más famoso del mundo mientras trata de localizar a su madre desaparecida.

En un primer momento esta película me hizo pensar en el Sherlock Holmes de Guy Ritchie, pero salvo el hecho de que transcurran en años anteriores a la etapa canónica y alguna coincidencia en cuanto a la ubicación de las escenas de acción, ambas tienen tonos muy diferentes. Nada más empezar la protagonista nos sorprende rompiendo la cuarta pared para hacer que la acompañemos en su aventura y conseguir una cercanía que hace la historia más fresca y menos seria. Tiene sentido, teniendo en cuenta que Enola Holmes vio la luz por primera vez en la saga de novelas juveniles de Nancy Springer.

Entre lo mejor yo destacaría la actuación de Millie Bobby Brown y Louis Partridge, que consiguen una buena química siempre que comparten pantalla y rescatan la trama de los ocasionales desplomes en el ritmo. También están logradas las escenas de acción, más realistas de lo que cabría esperar, aunque parece que todo el mundo se empeña en saber jiu-jitsu en el siglo XIX (curiosamente es un detalle histórico real, ya que lo empleaban las sufragistas para defenderse de la policía y los hombres que las agredían).



De lo que menos me ha convencido, Henry Cavill como Sherlock Holmes, no porque actúe mal, sino porque está desaprovechado. De un personaje así uno esperaría algo más de lucimiento, si no, no hay nada que lo diferencie de un hermano simpático cualquiera. Por contra, Mycroft está brillante como político cargante y odioso... pero no parece él, al menos no el canónico que conocemos. Por último, como ya adelantaba antes, hay algunos altibajos incomprensibles en el ritmo, con momentos familiares y diálogos que se alargan más de lo debido. Es cierto que nos dan contexto, pero no tiene sentido que el director nos enganche y nos arrastre a carreras y persecuciones vertiginosas, por ejemplo la que tiene lugar en los primeros minutos, para luego detenerse a hablar de otra cosa y desperdiciar toda esa emoción.

En conclusión, salvo esos problemas puntuales, resulta una película entretenida, con un misterio clásico, acción y humor en su justa medida, y que funciona muy bien como comienzo de una saga. Parece que ha tenido una buena acogida, habrá que esperar para saber si Netflix se decide a rodar más.


Comentarios

  1. Reverte coincide contigo. :D

    Yo la verdad, desde que me lo descubriste (y era francamente hostil) mi Sherlock/Watson/Microft favoritos son los de Guy Ritchie, creo que un trabajo poco valorado.

    La veré.

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