Escríbelo como si fueras a comprarlo


De vez en cuando algún lector del blog me escribe para pedirme que lea su juego de rol y le dé mi opinión o le haga una reseña. Normalmente son autores como yo mismo, de los que hacen su trabajo en solitario, con medios limitados, la mejor intención del mundo y sin ánimo de lucro. Me hace ilusión y me siento honrado de que confíen en mí, sobre todo porque no considero que tenga una visión especializada o erudita sobre el rol. Solo puedo aportar lo que sé por la experiencia, y eso sí, lo hago encantado. Por eso Gandalf ilustra este artículo, porque mi consejo de hoy es un poco de abuelo Cebolleta. Y si la referencia no te suena, más a mi favor, ya ha quedado claro que soy un carca.

Con el tiempo me he dado cuenta de que hay un tic que tenemos la mayoría de los diseñadores de juegos, uno que se puede llegar a extender a los productos comerciales. Quizá el caso más evidente que me viene a la memoria tiene que ver con la primera edición de Vampiro: La Mascarada y las siguientes. La manera de escribir cambia mucho cuando creemos que nuestro juego es algo para disfrutar "entre colegas" frente a lo que va a ser vendido. En el caso de Vampiro, el proceso fue inverso. Recuerdo la primera edición como un material serio y agradable de leer, mientras que posteriores ediciones cambiaban el tono hasta rozar lo chulesco, haciéndolas insufribles, al menos para mí.

Eso no implica que el juego sea mejor o peor, puede tener grandes ideas y un sistema impecable. Puede tener un apartado gráfico espectacular y ser un lujo para la vista. Pero el tono marca mucho, y en los juegos de rol amateur (y como vemos, en algunos comerciales) se tiende a tropezar con la misma piedra. Quizá no pensemos que haga falta tanta seriedad, o no sepamos muy bien cómo adoptarla. Pero en el fondo, un juego que pretendamos que tenga la misma calidad que uno comprado en una tienda, debe ser redactado de esa forma desde la primera letra. De ahí el título de este artículo, como consejo más básico y recordatorio para mi mismo.

Escríbelo como si fueras a comprarlo. Todos tenemos en mente nuestro juego preferido, ese que nos marcó, hace mucho. Si lo analizamos al detalle, lo que probablemente surgirá es un texto escrito de forma literaria, profunda, evocadora... pero también clara, concisa y profesional. Ya sea Castillo de Falkenstein, Vampiro o La Llamada de Cthulhu, un buen juego se distancia, presenta el mundo como un maestro de ceremonias y arrastra a él al lector. No nos habla un igual, sino alguien que conoce un secreto. Nuestra aspiración es lograr algo similar, no escribimos una ambientación con un puñado de reglas para jugar con amigos, queremos hacer algo que merezca la pena, y a ser posible, que se convierta en una pequeña joya. No basta con pagar a un buen ilustrador y maquetador, la calidad se logra línea a línea.

Para conseguirlo, aléjate de tu trabajo mentalmente, o pide ayuda a otros, haciéndoles esa pregunta expresa: ¿tú te lo comprarías? Cuando hojeas un libro en una tienda tu esquema de valores está muy claro, puede que muchos "entren por los ojos", pero como jugadores veteranos, sabemos diferenciar lo bueno de lo mediocre en cuanto nos encontramos con los primeros párrafos del capítulo "Qué son los juegos de rol". No ponemos nuestros ahorros en cualquier cosa, sobre todo ahora que un manual en tapa dura puede costar más de 50 euros. Aprovechemos eso para lograr ser mejores y aspiremos a ese nivel, en el que la gente pueda poner nuestro trabajo en su estantería y decir "este libro es una obra de arte". Da igual que sea un PDF o un microjuego de diez páginas, sirve para todos. Si ponemos el listón ahí arriba, tratar de alcanzarlo nos transformará como escritores.

Comentarios

  1. Respuestas
    1. Me alegro de que te haya gustado, sardaukar. ¡Un saludo!

      Eliminar
  2. Efectivamente, no hay que conformarse. Si sabemos colocar el listón adecuadamente alto, nos motivará a mejorar. Un signo de que algo va muy mal en cualquier creación es cuando nos sentimos totalmente satisfechos con lo creado... Creo que nunca terminas lo que creas, solo aprendes a pasar página.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nunca estar conforme es una maldición y un don a la vez. Yo intento terminar, releer y no volver a mirar, porque si no, nunca pararía.

      Eliminar
  3. ufff... imporante y excelente articulo. nunca habia pensado en mostrarte cosas propias para que leas, pero ahora me has tentato

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te haya gustado el artículo. Por mí encantado de leer lo que quieras enviarme.

      Eliminar

Publicar un comentario