Aventura: Bring me the Disco King (IV)


EL HOMBRE DE ROCA BAJO EL PUENTE DEL PARQUE
La trama comienza con una llamada. Un viejo conocido de los protagonistas está en un apuro y necesita hablar con ellos. Se trata de Davor Begovic, un vendedor de objetos robados al que ellos han recurrido alguna vez para encontrar alguna pieza rara o deshacerse de algo. Con el tiempo han llegado a considerarle de confianza e incluso un buen amigo. Ha dado la cara por ellos en más de una ocasión, así que sienten que están en deuda. Sin embargo el que llama no es el propio Davor, sino su hermano Emir. Les cita bajo el Huddlestone Arch de Central Park, a medianoche.

Huddlestone Arch está situado en el centro del parque, entre la arboleda conocida como The Ravine y Lasker Ring. En los años 70, Central Park era muy diferente a la actualidad. Basura, zonas descuidadas, árboles muertos, delincuencia, tráfico de drogas... Es una zona peligrosa que cualquier neoyorkino evitará, sobre todo a medianoche. Tendrán que colarse en el recinto y encaminarse hasta el arco de piedra, construido en el siglo XIX con enormes bloques, algunos de ellos de más de 100 toneladas.

Al llegar al lugar, lo encontrarán vacío, al menos en apariencia. En cuanto den unos pasos, una voz les llamará desde las sombras. Se trata de Davor, que aparecerá donde antes no había nada. Es un hombre de unos cuarenta años, con el pelo largo y oscuro, y el rostro de rasgos eslavos retorcido en una mueca de dolor. Cuando se acerquen descubrirán que la mitad de su cuerpo está atrapada entre las rocas del puente, como si este estuviese tragándoselo, o convirtiéndole en una más de aquellas piedras.

Nada que los protagonistas hagan liberará a su amigo. Su hermano ya lo ha intentado y ni siquiera la magia más poderosa consiguió romper la maldición. La transformación avanza lenta e inexorable. Davor se sabe perdido y su última petición fue que les llamasen a ellos. Sabe que son de confianza y necesita pedirles algo.

Todo comenzó cuando el Duque Pálido, uno de los seres más poderosos de la ciudad contactó con él para pedirle todo el hielo negro que pudiese conseguir. Los sobrenaturales denominan así a los fragmentos cristalizados del núcleo del cometa Kralehik. Todavía hoy se siguen encontrando algunos en los solares de los antiguos cráteres, en poder de humanos que los guardaron como recuerdo sin saber muy bien lo que eran, o intercambiados en los bajos fondos por su poder. Su tamaño puede variar desde una pequeña piedra para llevar en un anillo hasta una esquirla del tamaño de un brazo. En todos los casos su poder es el mismo: centra y amplifican el poder arcano, aunque como contrapartida, aquellos que los usan terminan por volverse adictos a la experiencia y desean conseguir más.

Davor no traficaba con ese tipo de objetos y así se lo dijo al Duque Pálido, que no se tomó bien su negativa. Para "predisponerle" a cambiar de opinión, secuestró a su mujer Irina y su hijo Miki. Para lograr su libertad, tendría que entregarle todo el hielo negro que pudiese conseguir. Desesperado, Davor tiró de todos sus contactos y reunió un maletín lleno. El intercambio se realizaría allí mismo, en Central Park. El resultado... pueden verlo por ellos mismos. Saint John, la mano derecha del Duque, se rio de él y le maldijo, diciendo que su familia viviría mucho mejor ahora, y que quizá traerían a su hijo para que contemplase el rostro de piedra de perdedor de su padre.

Lo que Davor les pide es muy simple, aunque también muy arriesgado: que localicen a Irina y a Miki y los rescaten. En cuanto pronuncie estas últimas palabras, la transformación en piedra se acelerará, como si desvelar el secreto hubiese activado algún tipo de salvaguarda. Con un último y suplicante "por favor", su amigo desaparecerá en la pared, con su cara desdibujada entre las rocas en un grito eterno.

Comentarios