Aventura: La bruja (I)


Esta es una aventura medieval fantástica para 4-6 personajes de nivel bajo, pensada para plantear dilemas morales a los jugadores, más que combates, exploración o búsqueda de tesoro (aunque también los haya). Al final se darán los datos para jugarla con Embelyon, pero puede adaptarse a cualquier otro sistema.

INTRODUCCIÓN
Los protagonistas viven en un mundo duro (similar al centro-norte de Europa) en el que la guerra y las epidemias son constantes y la muerte está a la orden del día. La magia es escasa y la gente desconfía de los hechiceros y de cualquier practicante de lo arcano. La sanación por medios sobrenaturales está monopolizada por la religión oficial, lo cual le ha dado un poder tremendo en todo el continente. Esta religión es monoteísta y persigue los ideales de perfección, luz y pureza. La tradición da varios nombres a su deidad, pero nadie los menciona. Todos los practicantes se referirán a él como “Dios” o “el Dios Verdadero”. El culto a otros dioses en público está prohibido y aunque en teoría no se persigue a sus practicantes, las acusaciones de herejía son habituales.

El grupo de aventureros trabaja a las órdenes del Gran Censor, un alto cargo de la curia que recopila las denuncias realizadas por los fieles y actúa al respecto. Sus encargos hasta el momento han sido bastante sencillos: escoltar reliquias, investigar rumores acerca de ladrones de cadáveres, actuar como guardaespaldas de exorcistas… todo bastante rutinario y sin excesivo riesgo. Este es su primer gran trabajo, y también el primero fuera de la capital.

EL VIAJE
Despertarán en un barco mercante de camino a las regiones norteñas. El aire es frío, la quilla golpea fragmentos de hielo y lo único que se ve a ambos lados son montañas escarpadas y bosques cubiertos de niebla. El Gran Censor les ha informado de su misión. En el pueblo de Volkgard, una bruja está curando a los aldeanos usando artes oscuras. Hace mucho que no hay una capilla allí, pero aún quedan creyentes, que son los que han dado la voz de alarma. Si se extiende la noticia de que alguien ajeno a Dios es capaz de sanar, puede provocar una crisis de fe en toda la región.

Las órdenes del Censor son investigar los cargos contra la bruja, y de ser ciertos, acusarla de herejía y purificarla en la luz del Dios Verdadero. O lo que es lo mismo, decapitarla y quemar sus restos para que no pueda volver como un espectro y maldecirles.

Volkgard es un pueblo que no llega a los mil habitantes, en su mayoría pescadores de ballenas, pastores de renos y cazadores que comercian con pieles de foca y zorro ártico. Está situado al final de un fiordo, fuera de cualquier ruta comercial importante, y todo el contacto que tiene con el exterior se realiza a través del barco mercante que les visita cada diez o quince días. Sus casas son de madera, decoradas con tallas de dragones y animales fantásticos, aunque hace mucho que no se ha visto ninguno. Los protagonistas llegan antes de las primeras nieves, toda una suerte ya que el invierno es especialmente crudo en esta zona.

En el muelle no les espera nadie, aunque el Censor les aseguró que el alcalde, Oleg Lindmann, estaba avisado de su llegada…


Música de ambiente:


Comentarios

  1. Buenas descripciones, me gustá lo que evoca hielo golpeando la proa del barco...

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