Puñales por la espalda (2019)


Después del fiasco de Los últimos jedi era fácil pensar que su director y guionista, Rian Johnson, se tomaría un descanso cinematográfico, ya fuese voluntario u obligado. Todos le señalaban como responsable de una de las entregas más bajas de la saga, así que este sería el mejor momento para tomarse unas merecidas vacaciones... Nada más lejos de la realidad. Con Knives Out, traducida en España como Puñales por la espalda, Johnson no solo se ha redimido sino que ha devuelto el género detectivesco clásico a lo más alto. Tejiendo una trama que haría las delicias de Agatha Christie, logra enganchar y hacer reír, tiene en vilo al espectador y consigue que sus dos horas y diez minutos pasen en un suspiro.

Knives Out toma varias decisiones arriesgadas. Por una parte construye un relato muy tradicional, tanto que repite multitud de clichés del género: la mansión aislada, el protagonista anciano y millonario, la familia que en apariencia le adora pero en realidad solo quiere su dinero, el crimen imposible, el detective con nombre improbable que llega de repente para ponerlo todo patas arriba y reunir a los sospechosos en el salón con la promesa de una importante revelación... El director hace todo eso, pero de manera diferente. Como espectadores no seguiremos al detective, al menos no todo el rato, tampoco estaremos a oscuras sobre lo que pasó, sino que se nos irá desvelando a medida que avanzan los minutos. Y aunque parezca mentira, las revelaciones no arruinarán el suspense sino que lo incrementarán.

Me da envidia el talento narrativo de Rian Johnson, que se atreve con un género que ya no está de moda y además es capaz de crear un puzle de esta magnitud. Los actores están magníficos, sobre todo Ana de Armas en su papel de Marta Cabrera, enfermera de la víctima e inesperado centro del misterio, o Daniel Craig, que demuestra una vez más que James Bond no le ha encasillado en absoluto.

Sin embargo hay que reconocer el mérito a esas escenas brillantes y plagadas de detalles, los diálogos incisivos y la forma en la que se entremezcla el humor con situaciones que nos recuerdan constantemente que estamos en una ficción. Por ejemplo, ¡la protagonista tiene una reacción alérgica a mentir que la hace vomitar! No es ningún spoiler porque nos enteramos justo al principio, pero parece algo sacado de una novela... y supongo que esa es la idea. Lo mismo que el nombre del detective, Benoit Blanc, al que solo hace falta que presenten como "el mejor investigador del mundo" y tenga un bigotito a lo Poirot. Todo esto no desmerece la trama sino todo lo contrario, esos rasgos la sustentan y le dan sentido. El contraste entre Marta y Benoit y los caminos paralelos que siguen son otro de los grandes hallazgos, y cada minuto que comparten pantalla se disfruta doblemente.

Por mi parte me quito el sombrero y no puedo sino recomendar esta película a todo aquel que le guste el género detectivesco, la comedia negra o simplemente quiera pasar un buen rato en estos días de encierro.

Comentarios

  1. La verdad es que se le da mejor a Rian Johnson que Star Wars, quizás, ambientando su historia en un mundo que conoce, es capaz de mantener la coherencia narrativa. Demuestra que pese a los agujeros, si la historia es coherente y se dirige con ganas, sale algo suficientemente robusto. Básicamente una historia a lo Agatha Christie.
    Creo que las actuaciones de todos son bastante decentes, sobreactuadas como cabe esperar en el género y la clase social representada. Johnson creo que se siente cómodo así.
    Por desgracia los criminales de la realidad llaman siempre a su abogado en lugar de cascarlo todo sin mayor necesidad...
    Una película bastante bien dirigida, pero creo que hubiese sido redonda si alguien hubiese repasado el guión... pero si... me entretuvo, lo confieso.

    SPOILER
    Marta Cabrera cometió varios delitos, el primero, ocultando su negligencia médica (aunque acertase con el bote correcto mal etiquetado por la extravagante teoría del detective). Seguidamente, después de hacerlo, no avisó a los servicios de urgencias, denegando la asistencia al intoxicado... seamos serios... si lo hubiese hecho, ¡el viejo se hubiese salvado!, a parte de eso, cada cuerpo reacciona de forma diferente a una droga o veneno, ¡¡¡es que ni si quiera monitorizó los efectos de la droga!! Somnolencia etc... Además, dejó que una persona se suicidase, sin hacer nada... Por último, intentó eliminar las pruebas del delito y obstaculizar la investigación de la justicia.
    A lo que se le suma, la persistencia posterior en el delito, así como el complot para mantenerlo... En fin, y más teniendo en cuenta que Cabrera termina siendo la heredera de la fortuna, estoy seguro que el testamento sería impugnado y muy probablemente cancelado (y la madre de Cabrera extraditada, todo sea dicho) Rian nos roba el final trágico... no tiene corazón.

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    1. Creo que en la realidad no se sustentarían la mayoría de estas historias detectivescas clásicas. Lo suelo pensar a menudo, la policía no se molestaría en indagar más si ya tienen un sospechoso, un móvil y un arma, por ejemplo. Y lo mismo al contrario, si parece un suicidio o un accidente lo dejan estar, ¿para qué remover más las cosas e incomodar a la familia? Agatha Christie vivía en una época en la que era posible imaginar a un detective excéntrico paseando por la escena de un crimen retorciéndose el bigote y haciendo preguntas incisivas a los presentes, hoy te detendrían por acoso o acabarías siendo tú el investigado. De todas formas está bien un rato de "suspensión de la incredulidad" para disfrutar de estas fábulas elegantes.

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