Fanzines para el recuerdo


Como siempre en estas fechas, llega el momento de revolver entre mis viejos archivos roleros en busca de algún tesoro. En esta ocasión el premio han sido dos fanzines en los que colaboré, allá por 1994-1995, cuando el Gangsta's Paradise de Coolio era lo más escuchado en la radio y Dos policías rebeldes arrasaba en la taquilla.

Crónicas del Abismo y El Profundo tuvieron una vida corta, tanto que dudo que existiesen más allá del primer número. De todas formas nuestro objetivo principal era pasarlo bien, o al menos esa fue siempre mi impresión.

El contenido era muy ecléctico y reflejaba los gustos de la época: AD&D, Runequest, Rolemaster... Vampiro, y el Mundo de Tinieblas en general, eran la mayor novedad. En cómics, hablamos de la editorial Image, que amenazaba con romper el monopolio de Marvel y DC. En videojuegos, de Arena, tatarabuelo de Skyrim y primer título de la saga Elder Scrolls. Ilustraciones de la casa, maquetación muy básica, cómics al más puro estilo Fanhunter, todo por el módico precio de 100 pesetas.

De estos fanzines aprendí que el material creado por fans no tiene nada que envidiar al comercial, si se hace con cariño y dedicación. Algunos de los artículos se grabaron en mi memoria y me inspirarían mucho tiempo después. Casi se puede decir que FrankenRol no existiría sin ellos.

Como homenaje, algunas páginas de ejemplo y un extracto del módulo "Yenthra-Mor, la ciudad maldita", mi favorito, escrito por un buen amigo y máster excepcional que, como la mayoría, prefirió quedar en el anonimato.

YENTHRA-MOR. Una ciudad misteriosa y extraña, vieja y corrupta que se extiende como un cáncer, ampliándose y creciendo de forma constante, de un modo totalmente anárquico, caótico. Es una gran metrópoli, tiene más de 50.000 habitantes y se extiende por un valle como si fuese una ciénaga. La cubre constantemente una nube verdosa y hedionda que despide un desagradable olor, mezcla de inmundicias y perfumes, gente, comida, animales, muerte. Yenthra-mor lleva miles de años creciendo de un modo incontrolado y desorganizado. Es una ciudad sin ley, no se sabe bien cómo subsiste.

Mezcla de razas y gentes se encuentran aquí, desorganizadas, sin rumbo. La disposición de las calles es peor, es anárquica, tanta mezcla de estilos, callejuelas, gente, vendedores ambulantes, tiendas, buhoneros, charlatanes, prostitutas, bribones, bardos, tahúres, ladrones, guardias, mercenarios... de todo y aún peor. Junto a un gran palacio se puede encontrar una miserable chabola donde viven unos mendigos, frente al Templo del Dios del Sol, puede estar el del Dios de los Infiernos, al lado de un gran comerciante puede situarse un gremio de ladrones.

La arquitectura es una mezcolanza de estilos, desde antiguos y macizos edificios, hasta estilizadas y bellas torres decoradas de mármol y oro, pasando por sucias chozas de techo de paja. Nada importa, es YENTHRA-MOR.
 



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