H.R. Giger (1940-2014), ese oscuro anfitrión

Según leo en los titulares, H.R. Giger nos ha dejado, oficialmente debido a las lesiones provocadas por una caída. Me cuesta creerlo. Para mí este artesano de lo oscuro y perturbador simplemente ha hecho las maletas, cansado de nuestra realidad, y se encamina hacia la siguiente en busca de nuevo material para sus obras de pesadilla.

Giger era mucho más que Alien, a pesar de que pasará a la historia del cine por esa criatura, mil veces imitada. Le apasionaba lo inusual y en sus imágenes se entremezclaba lo orgánico y lo mecánico, lo vivo y lo inerte, de una manera que hacía difícil apartar la mirada. Las referencias al sexo y la muerte eran constantes en su producción artística, ya fuesen láminas al aerógrafo, esculturas, muebles o diseños para películas, porque hacía de todo. No se libró de ser criticado y censurado, pero rebasar los límites y saltarse las convenciones estéticas o sociales eran otras de sus aficiones. Eso tan trillado de que “no dejaba indiferente a nadie” se puede decir de él sin ningún asomo de duda.

Es complicado elegir las obras que más me gustan de su prolífica carrera, pero aquí van algunas. Gracias por abrirnos la puerta a su mundo, maestro.

Máquina de parir

Satán I

Li II

Homenaje a Böcklin

Comentarios

  1. Siempre pese algo de la pintura de Giger, este tío realmente ha estado en otro mundo, universo o realidad... una de las cosas que para mi aporto Giger en Alien es esa sensación de que aquella nave, y aquel ser no podían tener nada que ver con lo humano, en esa linea para mi está Lovecraft, su mitología y sus criaturas te teleportan a un mundo totalmente distinto al nuestro, pero no a una fantasía, sino a algo que está ahí fuera y que más vale que no nos descubra nunca... espeluznante.

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