Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (2008)

Un escalofrío recorrió mi espalda cuando vi esa escena. Una figura recogía un sombrero del suelo. Al ponérselo su silueta quedaba recortada contra un coche, una silueta tremendamente familiar. Mi primer pensamiento fue "Spielberg sabe de verdad lo que es hacer cine".

La cuarta entrega de Indiana Jones llegó cuando casi nadie creía posible su realización. Tras largos años en busca de un guión que satisfaciese a todos y con un Harrison Ford cada vez más avejentado dilapidando su carisma en películas mediocres, las posibilidades de que los implicados (Lucas, Spielberg, Ford) se pusiesen de acuerdo eran tan remotas como una conjunción de planetas. Pero las conjunciones se dan, y el resultado es esta "Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal". No sé si ha despertado tanto fanatismo como "La Guerra de las Galaxias", pero si que ha generado una expectación como pocas. Quizá después de imitaciones y refritos, los fans esperaban aventura de verdad, de la mano de aquellos que mejor saben, o sabían, hacerla.

Indiana Jones ha sido el modelo para muchos héroes de cine, tántos que nos quedaríamos sin espacio enumerándolos. Algunos bastante honrosos, como el Rick O'Connell de "La Momia", otros olvidables como Casper Van Dien en "La Maldición de la Tumba de Tutankamón". Todos se han medido por la sombra de ese arqueólogo hábil con el látigo y más hábil con sus palabras. Tras las tres películas originales tuvimos que conformarnos con seguir la serie de televisión que narraba sus aventuras juveniles (con capítulos que iban de lo épico a lo cómico) o con novelas y cómics de dudosa calidad. Pasaron tantos años que Indy se convirtió en un arquetipo, un recuerdo de cómo podían contarse dignamente las historias pulp, esas en las que se desciende al centro de la Tierra o se roban ojos enjoyados de ídolos gigantes malditos.

Pero llegó el 2008 y lo que habíamos estado recibiendo con cuentagotas, fotos de un Harrison Ford rejuvenecido y Karen Allen como Marion Ravenwood, se hizo al fin imagen en movimiento. De nuevo escucharíamos el chasquear del látigo y esa banda sonora inolvidable de John Williams dando paso a la leyenda.

"Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal" tenía el listón muy alto por varios motivos. Dejando de lado las expectativas de los fans por el puro morbo del regreso, hay que tener en cuenta que Indy había cerrado su trilogía con una obra maestra, "La Última Cruzada", en la que buscaba uno de los mayores tesoros de la humanidad, el Santo Grial. ¿Qué podría igualar al artefacto religioso más poderoso de todos los tiempos? George Lucas estaba convencido: un cráneo de cristal. Para mi ya empezábamos mal en ese punto, pero había que dar al equipo un voto de confianza. Al fin y al cabo, en muchas ocasiones no importa tanto el "qué" sino el "cómo".

La primera pista de que las cosas no iban bien me la dió ese extraño comienzo en la base militar de Nevada. No es raro que Indy se presente a lo James Bond, con un prólogo que nos introduce en lo que posteriormente va a ocurrir. Recordemos la escena del templo en "En Busca del Arca Perdida" o el flashback a su juventud en "La Última Cruzada". En esta entrega se vuelve a utilizar ese recurso, pero en mi opinión de una manera demasiado brusca, como si el director tuviese prisa por meterse en faena. Eso tiene algunos inconvenientes, el más importante que los nuevos enemigos, los rusos, que no son ni de lejos tan carismáticos como los nazis, quedan desdibujados. Lo mismo le pasa a su líder, Irina Spalko, que desde su primera aparición debería darnos la impresión de ser maquiavélica y despidada... y se queda en la intención.

Siguiendo con el prólogo, podría pasarme un rato hablando del "momento nevera", pero creo que no merece la pena. Entiendo que en una película de este tipo uno tiene que tener un poco de manga ancha, aunque a veces parezca que a alguien se le van de las manos los chistes. O que se le ha olvidado que fantástico y creíble no son términos incompatibles.

En cualquier caso, una vez pasadas esas primeras escenas el doctor Jones vuelve al esquema que ya conocíamos. Un sencillo, en apariencia, profesor de universidad es sacado de sus clases por las circunstancias y arrastrado por todo el mundo en busca de una reliquia milenaria. En el trayecto se topará con viejos y nuevos amigos que le ayudarán en su aventura, mientras un terrible antagonista acecha para robarle el mérito... y de paso todo lo demás. Dicho así parece sencillo rodar una película de esta saga. Nada más lejos de la realidad. Si no se hace con talento podemos obtener un producto más de videoclub, en vez de la continuación de las andanzas del arqueólogo más famoso del mundo.

Talento a Spielberg le sobra, pero quizá con los años ha perdido el sentido del ritmo, o se ha rodeado de gente que no era la adecuada (aquí todos los dedos señalan a George Lucas). Para no destripar la cinta minuto a minuto resumiré mis críticas diciendo que el argumento avanza a saltos y le cuesta enganchar al espectador. Hacia el final esto es más evidente y parece que estemos en una montaña rusa en la que los protagonistas hacen poco más que dejarse llevar. Indiana Jones reacciona a los acontecimientos, más que actuar, y eso que él nunca ha sido de los que siguen la corriente. Hay cosas increíbles, otras inexplicables y otras que hacen enarcar las cejas al espectador, como el homenaje a Tarzán que se marca Mutt Williams.

Sobre los actores, hay que decir que todos están en su papel, aunque se han ablandado. Imagino que los guionistas han querido dar a entender que los años no pasan en balde. Sólo Indy y Marion mantienen la química, con choques que recuerdan a los de "En Busca del Arca Perdida". Los secundarios quedan peor parados pero lo cierto es que la trama tampoco da para desarrollarlos mucho más. Un punto positivo es que Shia LaBeouf no resulta simplemente una caricatura de Brando en "Salvaje", como me temía.

Por cierto, ¿no había dicho Spielberg que los efectos especiales se habían hecho a la manera clásica, evitando el ordenador?

Para terminar, en lo que coincide la gente con la que he hablado es que el tono de fondo es muy diferente al de otras entregas y el tema de la calavera y todo lo que lo rodea parece que no cuadra. En eso estoy de acuerdo, y si había maneras de resolverlo, han ido a elegir la peor. Mantener un poco más los pies en la tierra (en todos los sentidos) habría ayudado mucho al resultado final. Alguien me dijo además que es una buena película de acción, y es divertida, eso no lo niego, pero no da el nivel como película de Indiana Jones. Qué gran verdad. De todas formas NK opina que me lo tomo demasiado en serio. Puede que tenga razón. Aun así, es una pena doctor Jones, aunque ha sido un placer verle de nuevo.

Comentarios

  1. A ver si me animo a verla....que ya es hora. Todo el mundo habla de ella y yo todavia no la he visto!

    ResponderEliminar
  2. Es una pena, porque es una buena película que falla en detalles de todo tipo, desde visuales hasta argumentales. No es mala, pero podría haber estado mucho mejor. Para mí que no pude ver en el cine ninguna de las otras, es lindo disfrutar de ciertas emociones, pero al final te queda el mal gusto de saber que los problemas que tiene son desprolijidades que se podrían haber solucionado facilmente.

    ResponderEliminar
  3. Oh no! Mi nombre sale en la entrada. No quiero ser apaleado....

    De todas formas es cierto que como película fallan las escenas de la nevera, la de los monos y muchas otras cosas pero algunas de ellas podrían mirarse con manga ancha al tratarse de pulp cinemátográfico de genero muy fantasioso.

    Cierto que la mala no es tan mala como debería. Los vehículos indestructibles, los guardianes de tumbas que hacen parkour, el fetichismo de las marmotas y una larga lista de peros.

    Sin embargo, también debo decir que es una película que me entretuvo de principio a fin y que no me importaría volver a ver.

    Y eso que detesto volver a ver películas que ya he visto.

    ResponderEliminar
  4. Anónimo1/6/08 02:44

    Estoy al 100% deacuerdo contigo, JKeats. Sali tan defraudado, como si me hubieran vendido la moto sin quererlo, que hasta mis amigos me enpezaron a molestar de las pestes q le hechaba. La verdad, de lo defraudado q sali, no sabria decir si en verdad es mala o pasable, tendria q visionarla otra vez, pero tengo tan pocas ganas...

    ResponderEliminar
  5. Conversando más tarde con mis amigos que la vieron, repasamos las fallas y estas se hicieron más evidentes. Creo que es una película que envejecerá muy mal, con respecto a las otras que las vez mil veces y no descubres errores de argumento cada cinco minutos.

    Los fallos son casi todos de exageración de argumento, además de incongruencias. Es como si le faltaran varias revisiones... En resumen, un manual de laser-sharking.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario