Juegos de rol para niños

Uno de los proyectos que me gustaría llevar a cabo, entre otros tantos, sería montar un grupo de iniciación al rol, o de rol para niños, en la biblioteca de mi ciudad. Mejor que niños tendría que decir chavales: el público ideal serían todos aquellos que estos días están esperando impacientes que "Harry Potter y el misterio del príncipe" llegue a las librerías para devorarlo. ¿Es una apuesta arriesgada? Probablemente sí, si tenemos en cuenta el recelo con el que se suele mirar nuestra afición, pero por eso mismo puede ser una iniciativa interesante para romper con los mitos.

La primera pregunta que surge es ¿están preparados los chavales? Echando la vista atrás, siempre había pensado que hace falta una cierta edad para jugar. Un amigo me ha recordado hoy mismo dos elementos que yo consideraba básicos: interpretación y seriedad. Yo le he respondido que no suele haber mucha interpretación y seriedad en una partida corriente de Dungeons & Dragons, pero esa no es la cuestión. Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que los niños pueden estar tan preparados o más que los adultos para disfrutar de la imaginación y la fantasía. No por nada hay una cantidad enorme de series de televisión, juegos y libros, dirigidos específicamente a ellos.

Un niño que lee a Harry Potter o la saga de Memorias de Idhún de Laura Gallego, tiene capacidad suficiente para sumergirse en una partida común, interpretar a un héroe y pasarlo bien mientras lo hace. Los miedos de si confundirá fantasía y realidad no están fundados: si no lo hace mientras lee, ve la tele o escucha a un cuentacuentos, tampoco lo hará en una partida. Los juegos de rol están orientados al entretenimiento,y con eso en mente el resultado siempre será el mismo, pasar una tarde divertida en compañía de amigos.

Me imagino que los escollos a salvar son los habituales: la desconfianza de los padres o los responsables, la carga violenta que se le presupone al rol (en esta misma página hay muchas cosas que no serían adecuadas para menores, pero de la misma forma que hay películas que no lo son), el aire "underground" de sus aficionados, etc. Nada que no se arregle con una primera sesión conjunta, o una charla previa con la persona que vaya a dirigirla, para que se den cuenta de que las apariencias engañan. Así se les puede hacer ver que no hay nada de malo en que los chavales interpreten durante un par de horas a magos de Hogwarts (sí, ¿por qué no un Harry Potter RPG o un Idhún RPG? Siempre será mejor aquello que tengan más cercano). Que investiguen, exploren y expandan un poco más ese universo al que habitualmente sólo llegan a través de las páginas de los libros o las imágenes que proyecta su consola.

A la larga lo que me gustaría sería poder usar el rol como la genial herramienta que es, fomentando la socialización, la creatividad, ayudando a reforzar amistades y haciendo desaparecer inseguridades. Porque en definitiva, es un juego, y los juegos son para eso.

Comentarios

  1. Hace tiempo en nuestra casa de juventud uno de los animadores organizó un taller de juegos de rol para niños que consistió en varias partidas con un juego diferente cada una (creo recordar que fantasía, ciencia ficción (Cyberpunk) y terror (La llamada).

    Estaban en el rango de edad que comenta bregant y el experimento tuvo cierto éxito, porque continuaron jugando por su cuenta; aunque no sé si hoy en día siguen con ello.

    Desgraciadamente no pude participar, así que no puedo hablar sobre cosas que sucedieron en el taller ni dar consejos para hacer uno similar.

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