Aeon Flux (2005)

Lo primero que se puede destacar de esta película es su estética, que intenta remarcar la modernidad en todos los aspectos de la vida cotidiana, ya sea la arquitectura, la ropa o la tecnología. Los protagonistas visten alta costura, pasean por edificios que parecen naves espaciales y utilizan gadgets orgánicos o biomecánicos. Curiosamente lo único que no parece haber cambiado demasiado tras cientos de años son las armas de fuego. Destaca especialmente la propia Aeon Flux, una bellísima (y morena) Charlize, que se mueve con la agilidad de una acróbata felina por cornisas y azoteas sin despeinarse ni arrugar sus ajustados monos negros de espía.
Las espectaculares maniobras y tiroteos son otra herencia de la serie original y llenan gran parte del metraje. De todas formas, siendo el personaje principal una despiadada asesina ¿qué se podía esperar? Quizá la trama podría haberse desarrollado más pausadamente, sobre todo porque la idea de los rebeldes enfrentándose a ese gobierno o corporación dictatorial tenía potencial para hacer algo más cyberpunk. Finalmente se ha optado por contar sólo lo necesario y por suerte funciona de forma efectiva. Todo se mueve a gran velocidad, tanto en las escenas de acción como en la historia, y el final llega de forma algo brusca para mi gusto. Aun así la sensación que deja no es mala, al revés, mejor de lo esperado para la adaptación de un cómic de culto, que siempre tiene muchas posibilidades de quedarse corta o decepcionar.
"Aeon Flux" es entretenida, aunque en muchas ocasiones parezca que la directora se preocupa más de cómo se muestran las cosas (hay muchos guiños y autohomenajes) que del trasfondo. A pesar de todo ha conseguido que el estilo, la "forma", no se coma todo lo demás, logrando una película que no apasiona pero es interesante y agradable de ver.
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