Centrándonos en la propia labor de traducción, ¿cómo acomete un autor o una obra nuevos? Hay algunos a los que ya conozco y por tanto sé por dónde van. Si no, entro despacito, de tal manera que en el primer capítulo voy tanteando. Conforme me adentro, tomo conciencia del conjunto. Entonces vuelvo al principio y compruebo que está en sintonía con todo lo que he hecho después. ¿Se puede llegar a establecer una relación íntima con un autor que vivió siglos atrás? Pues sí. Porque el traductor, por su propia labor, va conociendo al traducido en una dimensión profunda que al lector se le puede escapar. Esto sucede porque cuando te sumerges a fondo en un texto, lo desmontas y lo desmenuzas, salen a relucir cosas que en una lectura rápida y lineal permanecen ocultas. (...) ¿Cuesta volcar la voz de un autor de un idioma a otro? De eso se trata, ¿no? Para conseguir esa voz, ese timbre propio, tienes que lograr cierta familiaridad con el autor. Y en eso el lenguaje escrito funciona de manera dist