Los Inmortales (1986)
Si ignoramos las pésimas secuelas en cine y televisión, Los Inmortales , o Highlander en su título original, es una de las mejores películas fantásticas de los 80. Christopher Lambert no ha vuelto a tener un papel tan bueno como el de Connor MacLeod, guerrero nacido en las Tierras Altas de Escocia en el siglo XVI que descubre que es inmortal tras ser herido en una batalla. A su lado, Sean Connery como Juan Sanchez Villalobos Ramirez, "espadero mayor de su Majestad el rey Carlos I de España", según sus propias palabras, que le revelará los secretos de su condición y se convertirá en su mentor y amigo. Todos conocemos la leyenda: los inmortales sólo pueden morir si se les corta la cabeza, y están condenados a enfrentarse a lo largo del tiempo hasta que sólo quede uno. "Sólo puede quedar uno" es una de las frases más recordadas de la historia. Es una pena que la segunda parte intentase dar una extraña explicación a la inmortalidad de los protagonistas, o que las siguie